Dentro del aparente desorden de la envolvente, existe un patrón que rige la volumetría. Este es el empleo en todos sus elementos de la máxima curvatura que soporta el titanio. La Gran Sala, también llamada Sala del Pez, se extiende hacia el este hasta acercarse con un puente que atraviesa la ría de Bilbao, el puente de La Salve, una estructura que ya atravesaba el solar antes de la construcción del museo y a la que éste hubo que adaptarse. Tras éste hay una torre que parece ser la continuación del museo y tiene el lado que mira al puente sin revestimiento. Tiene en su interior una gran estructura de barras metálicas inclinadas que recuerdan a las de Coop Himmelb(l)au.
El museo visto desde el este se ve más ingrávido que desde otros lugares, y se pueden observar extraños paralelogramos curvos y torcidos que conforman la sala del pez. Por lo general, las ventanas del edificio tienen formas más racionales. Gehry es el “rey” del contrapunto. Este término viene de otras artes, como la música, y consiste en contrastar cosas muy diferentes colocándolas juntas en el caso de la arquitectura. Este efecto, como en casi todas sus obras, lo consigue en el Museo Guggenheim de Bilbao ya que coloca una serie de bloques con formas rectas y racionales en la zona sur, la que mira al centro urbano de Bilbao. Las formas de estos edificios contrastan espectacularmente con los diseños curvos y libres de la parte más famosa del museo. Las fachadas de los bloques rectos no son metálicas, y sus ventanas son rectangulares. Hay fachadas moradas y otras con chapado de piedra de color crema.
muy bien documentado, y las fotos de gran estética, aunque me queda la duda si me hubiese decantado por el B/N
ResponderEliminarBuen trabajo Juan y buena la explicación. Saludos.
ResponderEliminarYo diría que has percibido los aspectos femeninos de la arquitectura, el Guggenheim parece perfilar ante nosotros sus sensuales caderas metálicas, sobresaliendo del cuadro para fascinarnos.
ResponderEliminarPreciosos detalles y exquisito gusto en la composición.
Yo diría que has percibido los aspectos femeninos de la arquitectura, el Guggenheim parece perfilar ante nosotros sus sensuales caderas metálicas, sobresaliendo del cuadro para fascinarnos.
ResponderEliminarPreciosos detalles y exquisito gusto en la composición.
A mi meencantan unos encuadres muy vistosos. Enhorabuena
ResponderEliminarBuen trabajo amigo..muy buenos encuadres y muy buena edición..
ResponderEliminarTe felicito Juan
un abrazo
En la primera entrada no me dejo hacer comentario, te decia que le dieras mas contraste al B/N y te felicitaba por el nuevo blog que seguire con cariño y atención.
ResponderEliminarJavier Sanz.
Saludos.
Muy buenos encuadres y la edición perfecta, me encanta la perspectiva de la primera.
ResponderEliminarSaludos
una serie extraordinaria en todo su conjunto
ResponderEliminarun abrazo
Cada forma toma forma al rozar la silueta de aquella con la que comparte espacio y tiempo. Los círculos se rellenan de matería, las líneas se alzan, como dedos metálicos, a rozar la bóveda invisible que limita la mirada que los busca. Triangulares abanicos que mueven una brisa que perece al caer la noche y, con ella, el telón de la geometría de las formas...
ResponderEliminarPreciosa serie. BRILLANTE!!!
Un abrazo
Una serie expectacular, tanto por el juego de lineas como por los encuadres y el foco, Enhorabuena, Isabel Ibor
ResponderEliminarME HAN ENCANTADO ESTAS FOTOS ,UN ABRAZO CRISTINA ARANGUREN.
ResponderEliminarMenuda serie que le arrancastes al Guggen. _La luz cálida es brutal es todas ellas, pero me chifla el encuadre de la cuarta toma por encima del resto.
ResponderEliminarJavier Díez.